lunes, 8 de agosto de 2011

Los momentos que vivimos.





Hay que superar y dar satisfacción a las necesidades, el sacar de nosotros - no importa de qué forma- los residuos que la vida nos va acumulando ha de ser siempre parte de ésta, mi forma es esta: ¡A escribir!
No es de tan fácil manejo el curso de los acontecimientos, estos son los que nos hablan; nos gritan al oído verdades tan duras que en ese momento no queremos captar. Al final vemos cuánto cuesta llenar la razón de creencias tan esqueléticas que apenas sí son capaces de dejarse percibir.
Llenarse las manos hoy para mañana tenerlas tan estériles cómo una vieja comadrona.
Pero ¿por qué no ser capaz de cerrar eso de un solo manotazo? sí ya sabemos que no nos llenará del deleite buscado, sino de rabia, de triste impotencia. Nuestras fuerzas no pueden con el pesado pedazo de nuestro interior inconcluso.
Por qué no aprender que no hay valor ni valer capaces de acabar con la infalible y áspera verdad, es tan nuestra que no existe alguien más que pueda siquiera mitigar su poderío.
¡Dios por qué es tan nuestra!
Dejaríamos que algo la detuviera aunque fuera por segundos para ver sí de esa forma pudiéramos volar hasta la altura donde se encuentra nuestra causa de falta de goce.

martes, 7 de junio de 2011

Un día más.




Las emociones que producen inmensas reacciones, suelen ser tan pequeñas que las confundimos con cosas sin importancia. El estímulo que desencadena unas emociones desconocidas para nosotros mismos cuando las vemos convertidas en conductas, muchas veces se nos hace invisible. Es casi que insignificante que no vemos que nos picó esa mínima avispa para dejarnos tan marcados que no creemos que esa pequeña ponzoña nos pueda afectar.


Cuando sentimos que estamos "picados de araña" no entendemos cuál es la razón de esta reacción, buscamos y muchas veces no encontramos la respuesta a nuestra actitud ante ciertas cosas. Decimos que somos capaces de detectar cualquier cosa y nos paralizamos ante nuestras propias acciones u omisiones. Luego de un corto autoanálisis muchas veces nos quedamos con la boca abierta ante el descubrimiento de la inferior pomzoña que nos hace tan tremenda marca.


Cuando nos damos cuenta es cuando nos sabemos tan frágiles.









.

martes, 31 de mayo de 2011

Los días que tu no estas.






Si, los días en que no tienes al compañero que siempre te da apoyo en tu soledad y que es lo que necesitas en el momento en que sabes que eres pequeño y temoral.



Es menos, o tal vez más triste saber que no existe.

lunes, 23 de mayo de 2011

Aprendiendo de quien nos enseña.



Acostumbramos a observar a todo niño con toda transparencia, ya que ellos aún lo son; son transparentes sus miradas, sus gestos (segundo sistema de señales) sus palabras etc.
Están todavía totalmente limpios de falsas poses que ya adultos aprenden del mundo que nos rodea. Este nos moldean y nos entroniza ciertas características que no nos deja ser diferentes unos de otros.
La socialización necesaria nos estimula a repetir y a no crear, no por esto deja de ser útil, pero si debe dejarse libertad a crear, fantasear y con esto desarrollarse como seres únicos cosa que se puede observar: ningún ser humano es igual a otro, aunque si semejante. Reconociendo esta premisa es cuando debemos dejarlos volar hasta conseguirse ellos mismos. Nadie puede vivir la vida ajena, esta, la vida, hay que verla cómo lo que es "un don irrepetible y fantástico" que desde la más corta edad debemos... ¡si, del verbo dejar! aprenderla a la vez que la disfrutamos y este aprendizaje, y este disfrute no se lo robemos, les pertenece desde el mismo momento en que el ser divino les regaló.
Muchas veces deseamos la inocencia de ello, olvidando que la tuvimos y que aún siendo seres de mayor edad hubo un momento en que igualmente la disfrutamos.
Al verlos tratemos de imitarlos y poder de esa forma gozar de esos momentos algunas veces olvidados y que están todavía aquí, es tiempo. Somos seres con potencialidades indescifrables que con las angustias y vicisitudes que a su vez contiene la vida olvidamos, dejamos de lado sin aprovechar lo que solamente nos pertenece por entero: la felicidad.
Parecerá ésto como una palabra utópica por desconocimiento; esta impresa en lo más leve, en lo más imperceptible. ¿Dónde? muchos creen que esta en lo más costoso, en lo más difícil; viéndola cómo casi inaccesible, siendo todo lo contrario, ¿has visto un niño jugando con tristeza? ciertamente que no. Imitemos sus fáciles sonrisas para sentir que es una de las cosas que menos cuesta y de la cual nos podemos nutrir. ¿No es fácil entonces conseguirla? Un simple ejemplo de lo que poseemos y que hemos dejado perder para solo conseguir hacer más intrincada la simplicidad que esta alrededor de todo.

Dariela López.-

lunes, 7 de marzo de 2011



TEJIENDO CON FRÁGILES DEDOS.


Los niños que nunca he tenido son todos los que me miran con sus ojos tan habiertos como una vez los tuve yo.

Quiero ser todo lo grande que ellos son, con sus deditos pueden ir formando mis sueños y con los hilos interminables de su imaginación formen mi futuro.

domingo, 27 de febrero de 2011

Esperando.

Pedir que todo tenga razón es el mayor anhelo de nuestra soledad, ese pequeñito e inmeno deseo de saber que nada es sin sentido.
El derecho de tener un poco de inigualable seguridad de que vamos a trascender, de que existe un siempre.