miércoles, 19 de diciembre de 2012



                                                        Lo  que no decimos.

          Cuando hablamos no siempre decimos la verdad  pero, si una parte de nuestra verdad. 
            Esa verdad que nos hace ser lo que somos, la verdad nuestra que nos forma y nos da la individualidad que un ser supremo formó sin siquiera pedir permiso.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Hoy.



   los pensamientos son los que nos llevan al camino que andamos y no las vías que andamos.
   Un día podemos andar un camino muy transitado por nosotros mismos y, sin percatarnos por qué lo vemos diferente. Normalmente   vemos que es tan usual que casi ni lo vemos pero, bastase que haya una pequeñita piedra ya la vemos por extrañarla en nuestros sentidos. Igual pasa con lo que llevamos dentro de nosotros, un mínimo detalle hace que sea otro y no el de siempre. 

domingo, 19 de febrero de 2012



Que bueno es dejarse notar.

Cuando podemos mirarnos y dejar que otros nos vean es porque nos sabemos con buena apariencia, esta puede ser inestable pero así somos.
Cuando nos permitimos hablarnos cómo lo que somos "el mejor amigo"y sabemos qué decirnos empezamos a cambiar porque de esta forma sabemos que podemos ampliarnos, leí un poco de un psicólogo que dice que debemos hablarnos; me di a l tarea de comenzar a hacerlo.
Dejé de ser tan rígida conmigo misma, a ser más neutral y más impetuosa con buenos cambios en mi. Solo quería decir que siempre hay algo que aprender.

sábado, 11 de febrero de 2012

Esperar hasta que haya.

Los momentos son mejores cundo no los esperamos y, esto lo veo ya que el esperar no nos deja el campo tan abierto cómo si lo hace el no tener el desespero que nos da la espera.
Somos grandes, inmensamente grandes cuando no sabemos nuestro tamaño, así somos cuando creemos en algo, sabemos que tenemos lo mejor en nuestras venas sí no conocemos y no hemos visto la sangre que corre por ellas. Así mismo cómo cuando estamos tan abiertos porque tenemos los espacios vacíos, de la misma forma es cuando no estamos esperando, y que dejamos correr el tiempo, sin esperar nada de él sino de nosotros mismos.
Este humano que somos sabe perfectamente que por ser imperfectos hay la brecha más amplia que la que tienen los perfectos, nosotros tenemos esperanzas más grandes ya que son infinitas las posibilidades de el camino que no tiene, o que no se le ve, una llegada deseada.